
(Traducción de Gonzalo Soaje, gonzalosoaje@ignaciocarreraediciones.cl)
Poeta, ensayista, economista, traductor, pero ante todo un hombre libre. Uno de los más grandes intelectuales contemporáneos se hizo internar para no ir en contra de sus ideas. Anarquista, rebelde, profascista y siempre consecuente. Pound comprende con décadas de anticipación cuál será el destino de Europa, es decir, su naufragio. Contra los tiburones de las finanzas, contra la usura, contra el dinero y todo lo que viene con él, Pound nunca oculta su mensaje en sus obras, desde la poesía hasta los escritos económicos.
Ezra Weston Loomis Pound, uno de los más grandes intelectuales del siglo XX, murió el primero de noviembre de 1972. Fue poeta, ensayista, economista y traductor. Solo unos pocos lo conocen realmente, los que han oído hablar de él lo asocian inmediatamente con el movimiento político que tomó su nombre, pero antes que nada Pound era un hombre libre. La voz del poeta estadounidense, como dice su antología más importante, siempre ha hablado de Europa y su naufragio. De hecho, los temas de la prosa de Pound son los mismos que los de la poesía, de los que, en consecuencia, la prosa proporciona su mejor comentario. “El pensamiento de un hombre no se petrifica”, escribió en “El individuo en su medio” (1935) y con este espíritu construyó su pensamiento teniendo el valor de salir de los dogmas y no cerrar su horizonte mental. Probablemente, una de las principales razones por las que Pound no es apreciado como debería es el prejuicio político que lo sigue: simpatizar con el nazismo y el fascismo no lo convirtió en un buen nombre después de la Segunda Guerra Mundial. Otro motivo más de la modesta apreciación que recibió reside es el hecho de que la sociedad contemporánea ha dedicado un papel muy marginal a la poesía, centrándose en la prosa, por lo que todos los poetas de la segunda mitad del siglo XX han sido penalizados.
El poeta estadounidense ha sido descrito a menudo como uno de los últimos en experimentar la tragedia de Europa, y en ocasiones, quizás, vio la posibilidad de un orden y una belleza que no se correspondían con la efímera realidad externa. Lo mismo puede decirse también de Virgilio con Roma, o de Dante con el Sacro Imperio Romano Germánico, pero para ellos la visión poética no fue invalidada. En 1959, fue nominado al Premio Nobel por el escritor Johannes Edfelt en su calidad de presidente del Pen Club de Suecia. Pero a la Comisión del prestigioso reconocimiento no le gustó ese nombre ‘pesado’, tanto que su presidente Anders Osterling, se deshizo de Pound al observar cómo el candidato, aunque ya no se encontraba en condición de encarcelamiento en un asilo estadounidense después de la condena por colaboracionismo fascista, sin embargo, se había hecho responsable, en su obra, de la propagación “de ideas que contrastan decididamente con el espíritu del Premio Nobel”.
“Todo hombre tiene derecho a que se examinen sus ideas una por una”
Ezra Pound
En su juventud, llega a Europa, por la que deambula hasta que se detiene en Londres, donde encuentra la vivacidad intelectual que busca en T.S. Eliot, William Butler Yeats y James Joyce, de quienes se convierte en amigo, consejero y mecenas. Asistió y fundó las vanguardias literarias: se encuentra entre los principales impulsores del imagismo y el vorticismo, corrientes que, en contraste con la literatura victoriana y los poetas georgianos, prefirieron un lenguaje de impacto, un imaginario desnudo y una clara correspondencia entre la musicalidad del verso y el estado de ánimo que expresa. En 1914, se casó con Dorothy Shakespear y en 1925 fue a Rapallo, donde permaneció hasta 1945. En Italia y en el fascismo de Mussolini encontró convergencias con el sistema social que consideraba ideal: el socialismo corporativo de C. H. Douglas.
Los años veinte y treinta fueron de grandes iniciativas culturales, Pound fundó revistas, conoció y recibió a intelectuales de todo el mundo, celebró una serie de conferencias económicas sobre “Antecedentes históricos de la economía” en la Universidad Comercial Luigi Bosconi de Milán. Organiza una temporada de conciertos en Rapallo con música de Corelli, Bach, Debussy, Ravel, entre otros obras de Gerhart Münch, Olga Rudge y Luigi Sansoni. Por tanto, propone a Rapallo como centro de cultura internacional.
En 1939, viaja a Estados Unidos después de mucho tiempo para hablar con Roosevelt: quiere persuadirlo para que evite el conflicto entre Estados Unidos e Italia, pero el Presidente no lo recibe. En esa ocasión, el Hamilton College le otorgó un título honorífico. Durante la guerra pronunció discursos en la radio italiana sobre la naturaleza económica de las guerras, reafirma el principio de que “la libertad de expresión, sin libertad de expresión en la radio, equivale a cero”, reprocha a Roosevelt por iniciar una nueva “guerra de los treinta años” y por aliarse con los comunistas. En 1943, fue acusado de traición por sus discursos radiofónicos por parte del tribunal de Distrito de Columbia y en 1945 se entregó al comandante del ejército estadounidense. Primero fue internado en Génova y luego en el campo de concentración de Metato, cerca de Pisa, donde escribió el “Canto Pisano”.
“Lo que realmente amas permanece,
el resto es escoria
Lo que realmente amas no te será arrebatado
Lo que realmente amas es tu verdadera herencia “
Ezra Pound
Trasladado a Washington por cargos de traición por pronunciar discursos de propaganda antiestadounidense, el juicio no se lleva a cabo, Pound es declarado enfermo mental e internado en el asilo criminal de Saint Elizabeth en las afueras de Washington. El encarcelamiento conmovió el mundo de la cultura internacional y en 1949 recibió el premio Bollingen de poesía. Después de diez años de protestas del mundo intelectual, es liberado y regresa a Italia, donde permanecerá hasta su muerte. El encuentro entre [el director de cine Pier Paolo] Pasolini y Pound tuvo lugar en 1967, a fines de octubre, y conversaron en una entrevista documental de Vanni Ronsisvalle titulada “Pasolini-Pound. Una hora con Ezra Pound”. En esta entrevista, Pasolini se dirige a Pound con una frase tomada del propio poeta estadounidense y que originalmente se refería a Walt Whitman:
I make truce with you, Walt Whitman—
I have detested you long enough.
I come to you as a grown child
Who has had a pig-headed father;
I am old enough now to make friends.
It was you that broke the new wood,
Now is a time for carving.
We have one sap and one root—
Let there be commerce between us.
(Hago una tregua contigo, Walt Whitman …
Te he detestado bastante tiempo.
Vengo a ti como un niño maduro
Que ha tenido un padre testarudo;
Ahora tengo la edad suficiente para hacer amigos.
Fuiste tú quien rompió la madera nueva
Ahora es el momento de tallar.
Tenemos una savia y una raíz.
Que haya comercio entre nosotros).
Durante el encuentro, que duró más de una hora, Pasolini leyó los poemas de Pound e hizo unos dibujos muy valiosos del escritor estadounidense durante la entrevista. Los dos representan las antípodas si se colocan en una perspectiva política de su memoria, pero tienen un pensamiento muy cercano. Ambos aman la civilización rural y campesina, odian a la burguesía y al capitalismo, se sienten atraídos por los mitos. Además, si bien se adhieren a las ideologías políticas totalitarias, de ninguna manera son orgánicas a las que conocen y representan solo superficial y parcialmente. Son intelectuales libres, en el verdadero sentido del término, inclasificables, anárquicos y rebeldes en sus elecciones de vida, a menudo contraproducentes.
“El tiempo no es dinero, pero es casi todo lo demás“
Ezra Pound
Conocido principalmente por sus poemas, el economista Pound ciertamente fue peor tratado. Las convicciones rectoras de su visión político-económica están ciertamente contenidas en cuatro conceptos básicos establecidos en sus obras. La primera: “La república, la res publica, significa o debe significar conveniencia pública”. El segundo: “El propósito correcto de la ley es prevenir la coacción, ya sea por la fuerza o por engaño”. El tercero: “La soberanía consiste en el poder de emitir dinero o de distribuir el poder de comprar (crédito o dinero), se tenga o no el derecho”. Y el cuarto: “La civilización depende del control local del poder adquisitivo necesario para los fines locales”. Pound está convencido de que la figura del poeta no se puede abstraer de las circunstancias en las que vive, identifica en el conflicto entre economía y finanzas la piedra angular del “mundo moderno” y por ello dedica gran parte de su literatura y su poética a la reflexión sobre el tema.
El eje del conflicto está representado por la usura: el poeta ha dedicado al tema, además del Canto XLV de sus Cantos, dos libros: ABC of Economics (ABC de la economía) y Lavoro e Usura (Trabajo y usura). Para Pound, el dinero no es una mercancía, sino una convención social, por lo que identifica en el instrumento del dinero el centro de los problemas de una economía real cada vez más dependiente de las finanzas, cuando en realidad este no debería ser más que un instrumento de apoyo a la primera. Para Pound, era inconcebible que los bancos pudieran crear dinero de la nada mediante simples operaciones contables. De la misma forma establece que el trabajo no es una mercancía, sino que la base de la riqueza y la forma más lógica de distribuir la riqueza es distribuir el trabajo. Por último, pero no menos importante, el poeta estadounidense asume que el Estado no necesita endeudarse porque tiene crédito.
El libro ABC de la economía, del que ciertamente no se ha hablado lo suficiente, publicado en 1933, es uno de los textos económicos más actuales de la historia. Pound escribió sobre las finanzas éticas, la redistribución del trabajo y la economía, problemas que hoy en 2017 no solo no hemos resuelto, sino que incluso empeorado. Propuso una redistribución que comenzaba con la reducción de la jornada laboral para todos. Él mismo afirmó que un hombre con mucho tiempo libre y con muy poco dinero podría sacar mucho más provecho de la vida que un hombre con exceso de trabajo y mucho dinero. Un hombre que no trabaja todo el día es un hombre libre de pensar, libre de comer no solo comida sino también cultura. Pound definió la ociosidad como “tiempo libre liberado de la ansiedad”.
“Que el hombre trabaje cuatro horas por paga y luego, si todavía quiere trabajar, que trabaje como artista o poeta, que embellezca la casa o trate el jardín, que haga gimnasia para estirar las piernas o que se incline sobre una mesa de billar o se siente a fumar. Si lo hiciera, disfrutaría mucho más de la vida”
Ezra Pound
Esta es la solución, insiste Pound. “[S]i a nadie se le permitiera trabajar (este año 1933) más de cinco (5) horas al día, difícilmente habría alguien sin trabajo y ninguna familia sin billetes de papel lo suficientemente poderosa para permitirles comer”. Hoy lo llaman solidaridad, las empresas en crisis lo aplican, pero ¿y si los Estados en crisis también lo aplicaran? Pura locura, quizás. Así se expresó en el famoso poema “Con usura”:
Con usura no hay hombre que tenga casa de buena piedra,
cada bloque cortado con suavidad y encastrado
de modo que el diseño le cubra bien la faz,
con usura
no hay hombre que tenga un paraíso pintado en la pared de su iglesia
harpes et lutz
ni lugar donde la virgen reciba el mensaje
y el halo se proyecte desde la incisión,
con usura
no ve Gonzaga, el hombre, a herederos ni concubinas,
ningún cuadro se hace para perdurar o vivir
sino para vender, y venderlo rápido
con usura, el pecado contra la natura,
siempre tu pan es trapo rancio
tu pan es seco como papel,
sin trigo de montaña, ni harina fuerte
con usura se engrosa la línea
con usura no hay límite claro
y ningún hombre halla solar para su morada.
Al que corta la piedra lo apartan de su piedra
y al tejedor lo apartan de su telar
CON USURA
la lana no llega al mercado
la oveja no da ganancia
la usura es una plaga, la usura
troncha la aguja en la mano de la doncella
y detiene el girar de la rueca.
Pietro Lombardo
no llegó por usura
Duccio no llegó por usura
ni Piero della Francesca; ni Zuan Bellin
ni con usura se pintó “La Calunnia”.
No vino de la usura Angélico, ni Ambrogio Praedis,
ninguna piedra de la iglesia firmada: Adamo me fecit.
No fue por usura St. Trophime
ni, por usura, Saint Hilaire,
La usura oxida el cincel
oxida al arte y al artesano
roe el hilo en la rueca
nadie aprende a hilar oro con su diseño.
Por usura el azur tiene un chancro, destiñe el carmesí
y el esmeralda no encuentra su Memling
La usura mata al niño en el útero
interrumpe al joven su cortejo
ha llevado sequía a la cama, y yace
entre la novia y el novio
CONTRA NATURA
trajeron putas a Eleusis
y sientan cadáveres al banquete
a instancias de la usura.
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